Conviene recordar lo dicho en artículos anteriores sobre este tema, comprobando que nuestro estado no sea de preocupación porque vamos a dejar a nuestro perro solo por un tiempo, y aceptando que al fin y al cabo se trata de un gesto normal en nuestro beagle, por sus lazos con la manada.
Dicho esto, hay que salir de casa siguiendo nuestra rutina y sin hacer ningún tipo de despedida a nuestro cachorro, le indicaremos que se vaya a su canasto, al sofá,…. al sitio que le tengamos permitido estar con más comodidad, y nos iremos por unos minutos.
Si nada más cerrar la puerta escuchamos sus llantos, desde el otro lado de la puerta le reñiremos y le diremos que se vaya a su canasto. Justo cuando notemos que se calla, entraremos y no le haremos caso ni saludaremos. No estamos actuando con crueldad, estamos actuando como líderes y educándolo para que aprenda que cuando salimos SIEMPRE volvemos.
Es importante NO abrir la puerta y entrar mientras esté ladrando o llorando, pues eso reforzaría su ansiedad, hay que esperar siempre a que esté callado. La próxima vez esperaremos un poco de más tiempo antes de entrar, así hasta que salgamos del edificio, y procurando que no nos vea desde ninguna ventana.
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